En principio, la sociedad occidental clásica se orientó por la oikonomía, que era comprendida como la
administración del hogar, que buscaba permanentemente los mecanismos para satisfacer las
necesidades de la familia en condiciones dignas, el vivir bien. El dinero, en este contexto era
únicamente un medio de pago, que facilitaba la participación en el mercado. Sin embargo, la
organización económica contemporánea se ha alejado de este principio y se ha estructurado por los
incentivos hacia la acumulación del dinero, es decir la crematística o acumulación por encima de lo
que exige el vivir bien.
Bajo las lógicas y relaciones sociales que impone el capitalismo, han emergido profundas asimetrías
en la acumulación y en los flujos económicos que perciben los agentes sociales, produciéndose
contradicciones y vulnerabilidades. Diversas propuestas desde la política económica se han
construido para hacer frente a las desigualdades. Esta disertación propone la renta básica para el
caso ecuatoriano, como un ingreso mensual para todos los individuos, sin ningún tipo de
discriminación, buscando recuperar el principio del vivir bien clásico. En la actualidad esta propuesta,
es discutida a nivel mundial y tiene por objeto enfrentar a la pobreza de manera ex ante, es decir,
trata que todos los ciudadanos tengan la existencia material garantizada, lo que mejora sus
oportunidades como capacidades para el desarrollo y permite que exista un incremento de la
libertad en todas sus dimensiones.