Abstract |
El riesgo, la amenaza y la incertidumbre forman parte del mundo global. Las personas tienen miedo, particularmente, las que viven más acomodadas. Existe una obsesión por la seguridad que sobrepasa todo principio ético y humanitario. Las cárceles de todo el mundo, sobre todo las de los países desarrollados, como es el caso de España, han incrementado su población. Ahí están los inmigrantes y/o desempleados, los "excedentes", como los llama Bauman; aquellos los marginados del "progreso económico". Ellos son las consecuencias de la modernidad, la desigualdad social, el individualismo y el incremento de riesgos lo que ha conducido a la creación de Estados punitivos, para los cuales es más importante la seguridad que la libertad. Las medidas alternativas a la prisión, el discurso de readaptación o reinserción social de los Estados de bienestar social han sido relegadas con el ejercicio del control punitivo. |