El día 7 de agosto de 2002, en Colombia, se posesionó el señor Álvaro Uribe Vélez
como Presidente de la República tras resultados favorables en las urnas como
consecuencia de un programa de gobierno sustentado en el establecimiento y
desarrollo de la política denominada como Seguridad Democrática cuyo fin principal era
el recuperar la seguridad y confianza del país hacia el objetivo de alcanzar una
economía estable capaz de proveer la confianza necesaria para la generación de
inversión extranjera que trajera desarrollo económico a este país.
Esa política de “mano dura y corazón grande” se concentró en derrotar a las guerrillas
legendarias del país: las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), al
Ejército de Liberación Nacional (ELN) y a los grupos o asociaciones de
narcotraficantes, estos últimos y tras los atentados contra las torres gemelas el 11 de
septiembre de 2001 en los Estados Unidos denominados y reconocidos como grupos
terroristas.