Abstract |
La revisión de hechos ocurridos en 2012 presenta a un gobierno que en su segundo año sufrió importantes derrotas políticas en áreas clave que había señalado para su gestión. La reforma fiscal y la mejora a la infraestructura, como ejes más visibles de la acción gubernamental, tuvieron importantes reveses. Se mantuvo una gran inestabilidad a lo interno del Ejecutivo, al igual que en 2011; ahora los roces y tensiones también se dieron entre poderes del Estado. Ello unido a cotidianas denuncias por corrupción, crecientes movilizaciones ciudadanas y una alta percepción de insatisfacción con el gobierno, se combinan para caracterizar a este año como uno en donde el gobierno perdió prematuramente su capacidad de conducir la política. Al punto que la Presidenta de la República la considera una nación ingobernable y comisionó a un grupo de notables para rediseñar el sistema político, el cual se suma a los ejercicios de este tipo que han realizado también las administraciones pasadas. Los ciudadanos lo resienten y el índice de apoyo a la democracia presentó en 2012 su nivel más bajo (56%) desde que existe esta medición en 1978. |