Abstract |
Lo rural en México ha sufrido grandes cambios durante los últimos 25 años. El campo y los campesinos han dejado de ocupar un lugar central en el desarrollo económico nacional y actualmente son concebidos como factores residuales de una economía global en la que pequeños productores ya no tienen cabida. Como resultado de este cambio, hoy las principales fuentes de ingreso monetario de los hogares rurales son las actividades terciarias, como el comercio y los servicios, y las secundarias en una menor proporción. La agricultura se ha convertido prácticamente en una actividad de autoconsumo. Por lo tanto, la cuestión laboral, más que la agraria, es ahora el tema central de la reproducción del modo de vida rural mexicano. Esta transformación que ha sufrido el México rural respecto a su relación con los mercados y respecto a las características de su fuerza laboral y sus fuentes de ingreso y empleo, no hacen más que volver a este segmento de la población, que equivale al 24% del total, mucho más vulnerable a choques macroeconómicos agregados que en cualquier otro momento en el pasado. Esto es particularmente preocupante dados los estragos que la anterior crisis macroeconómica de finales de 1994 causó al país al aumentar la pobreza moderada y extrema y al debilitar la economía de tal forma que no fue sino hasta 2002 que la incidencia de la pobreza en México regresó al nivel que tenía al iniciar la crisis. Las estrategias de administración de riesgo de los pobres rurales se basan primordialmente en la diversificación del ingreso, la migración y la agricultura de subsistencia. Desafortunadamente, la actual crisis ha debilitado la demanda tanto externa como interna y esto ha ocasionado caídas en los sectores secundarios y terciarios de la economía mexicana, con el resultado de un aumento en la tasa de desempleo. Asimismo, la crisis estadounidense ha afectado fuertemente los flujos de remesas hacia el país. Por lo tanto, se ha visto afectada la eficacia de estrategias relacionadas con la migración, las cuales funcionaban anteriormente como red de seguridad. La agricultura comercial ha sido de las pocas actividades que no se han visto afectadas por la crisis. Desgraciadamente, los pobres rurales de hoy poco se benefician de este tipo de agricultura, puesto que los que aún tienen contacto con el campo básicamente se dedican a la de subsistencia. |