Abstract |
En este trabajo analizamos las grandes transformaciones que ocurren en la población rural con énfasis en los últimos 20 años. En la primera parte del estudio constatamos que la población rural crece constantemente a pesar de las migraciones. Vemos cómo se transforma la migración campo–ciudad por la generalización de un mercado de trabajo insuficiente, precario y flexible. Así, se fortalece un nuevo modelo migratorio: la población no campesina en el campo tiende a quedarse en sus lugares de origen en vez de migrar definitivamente a la ciudad y busca trabajo temporal de corta o larga duración. Esta acumulación de la población en el campo no sólo provoca una mayor pobreza, sino también acelera el proceso de creación de nuevas localidades dispersas, aisladas y marginadas. En la segunda parte analizamos la dinámica de los hogares rurales a partir de las Encuestas Nacionales de Ingresos y Gastos de los Hogares de 1992 y 2004. Observamos que, durante el periodo estudiado, disminuyen notablemente los hogares campesinos, mientras los hogares no campesinos crecen y conforman hoy la mayoría de los hogares rurales. Examinamos los ingresos de esos hogares, su nivel de pobreza y tasa ocupacional. Llegamos a dos constataciones principales: en los hogares campesinos el trabajo asalariado ha desplazado la actividad agropecuaria (pluriactividad), además de que los campesinos tienden a ser más pobres que los no campesinos. Concluimos con la necesidad de repensar los conceptos clásicos que utilizamos tanto para analizar el sector agropecuario como el espacio rural, en particular los conceptos de la relación campo–ciudad y del campesino. |